Luego del golpe que significó la eliminación de la Copa Libertadores ante Santos, Boca aprovechó la oportunidad que tuvo para dar vuelta rápidamente la página y volvió a sonreír durante la madrugada tras vencer a Banfield por penales y levantar la Copa Diego Armando Maradona.
Después de un final para el infarto, en el que el Xenenize acariciaba la victoria y se lo empataron en la última jugada, la definición desde los doce pasos colmó la cuota de suspenso de la noche sanjuanina. Hasta que Julio Buffarini convirtió el último penal de la serie y desató la euforia. Abrazos, alivio, sonrisas, saltitos, espuma y cotillón de todo tipo se vio en el estadio Bicentenario, al ritmo de "Dale campeón, dale campeón...".