El combinado Albiceleste había arrasado en los partidos previos al cruce definitorio: 4-2 a Chile, 5-0 vs Uruguay, 3-0 frente Perú, 2-0 a Venezuela y el 7-1 contra Bolivia en semis. Por otro lado, el otro finalista venía de un 3-0 a Venezuela en la previa al gran partido. Ya en la pelea por el oro, la primera mitad fue peleada, dura y finalizó con un empate sin goles. Sin embargo, las emociones en la ultima parte no tardaron en llegar.
Corrían nueve minutos en el marcador, cuando se abrió el arco. Zurdazo infernal al ángulo y de antología de Santino Paganini para el 1-0 parcial. Todo era fiesta, y el bicampeonato cada vez estaba más cerca. Argentina administró los tiempos, supo acorralar al rival, y el segundo parecía estar al caer. Es así, como a dos minutos del cierre, con un gol de otro planeta la historia se definió.