Ídolo y multicampeón de Boca, marcó el fútbol nacional durante un cuarto de siglo. Su estilo dentro y fuera de la cancha, el amor a primera vista con La Bombonera, su rivalidad con Maradona y sus varios récords.
Una triste tarde de domingo murió Hugo Orlando Gatti. Y por algo se lo llamó el "Loco". Nadie como él le dió tanto color, alegría, ritmo e inventiva al puesto más cruel e ingrato del fútbol, el de arquero. Nadie como él se atrevió a desafiar tantas reglas durante tanto tiempo. Nadie como él se rió de lo establecido, lo convencional, lo dado. Nadie como él creó tanto bajo los tres palos. Debutó en Primera en Atlanta en 1962. Y cuando se retiró en Boca durante 1988, hacía rato que era el jugador que mas partidos jugó en Primera División: totalizó 765 en una campaña que abarcó veintiséis temporadas y en la que además atajó veintiséis penales. Marca máxima que comparte con otro monstruo del arco: Ubaldo Matildo Fillol, con quien sostuvo una extraordinaria rivalidad futbolera en aquellos años (de 1975 a 1982) en los que el "Loco" atajaba en Boca y el "Pato" lo hacía en River.
Pero acaso el penal mas importante de su carrera no lo detuvo en la Argentina. Y tampoco entra en esa cuenta. Sucedió el 14 de septiembre de 1977 en el piso barroso del estadio Centenario de Montevideo y fue el último de la dramática serie de tiros con la que Boca y Cruzeiro de Brasil definieron la Copa Libertadores de ese año tras haber empatado 0 a 0 el partido y el alargue. El lateral izquierdo Vanderlei denunció demasiado su remate de zurda y, yendo hacia su izquierda, Gatti atajó y le dio a Boca la primera Copa de su historia. En Boca, Gatti ganó sus seis títulos como jugador: Metro y Nacional '76, Libertadores '77 y '78, Intercontinental '77 (jugada en agosto de 1978) y Metro '81 al lado de Diego Maradona.