Importancia del Ejercicio Fisico en el control de la tensión arterial
¿Está demostrado que el ejercicio físico frecuente puede hacer disminuir la tensión arterial en una persona con hipertensión?
Sí, estudios recientes han demostrado: 1º) que en personas con hipertensión arterial, después de una sesión de ejercicio físico dinámico de intensidad moderada (caminar deprisa, jogging, bicicleta de paseo sin cuestas, nadar suave,…) que se prolonga durante 30 a 45 minutos, se produce una disminución de 10 a 20mmHg en la tensión arterial sistólica durante las 1- 3 horas posteriores; y esta respuesta puede prolongarse hasta 9 horas; y 2º) que en personas con hipertensión moderada (140- 180/ 90- 105mmHg) se puede observar, tras varias semanas de entrenamiento físico, una disminución media de 8 a 10mmHg de la tensión sistólica y de 5 a 8 mm Hg de la tensión arterial diastólica de reposo.
¿Esa mejora de la tensión arterial observada en personas que tienen una hipertensión arterial moderada, se produce de igual manera en personas que tienen una tensión normal o en las que tienen una tensión muy alta?
No. En general, el descenso de la tensión arterial con el entrenamiento físico es mayor cuanto mayor sea la hipertensión del sujeto. Dicho de otro modo, las personas que tienen una hipertensión severa mejorarán más que las que tienen una hipertensión moderada, mientras que las personas que tienen una tensión arterial normal disminuirán muy poco su tensión arterial de reposo, pero evitarán el aumento de dicha tensión que se observa con la edad en las personas sedentarias.
¿Si el entrenamiento físico es un buen tratamiento de la hipertensión, no hace falta tomar medicamentos contra la tensión cuando se decide hacer ejercicio físico de modo frecuente?
En el caso de la hipertensión moderada (140- 175/ 90-105 mmHg), los efectos positivos del programa de entrenamiento son similares a los que produce la medicación que se prescribe habitualmente, con la diferencia de que el entrenamiento físico se acompaña de una mejora de otros factores de riesgo, mientras que se ha observado que el tratamiento con medicación contra la hipertensión puede empeorar otros factores de riesgo. Por esa razón es preferible que las personas que tienen una hipertensión moderada elijan como tratamiento el programa de entrenamiento físico en vez de la medicación, tanto más cuanto que se está dudando si es conveniente o no tratar con medicamentos la hipertensión moderada.
En el caso de las personas que tienen una hipertensión severa (valores de reposo iguales o superiores a 180/ 110 mmHg), se recomienda que tomen medicación contra la hipertensión y que también hagan un programa de entrenamiento físico adaptado a su condición física porque en este caso solamente el tratamiento mediante la actividad física no es suficiente para disminuir la tensión arterial hasta valores normales. Cuando se combinan estos dos tratamientos en hipertensos severos, se ha observado una disminución de la mortalidad y, con el tiempo, una disminución de las dosis de medicación.
PAPEL DEL EJERCICIO FÍSICO EN LA PREVENCIÓN DE LA HIPERTENSIÓN
¿Cómo se puede prevenir la hipertensión arterial?
Todo el mundo puede disminuir las posibilidades de desarrollar hipertensión de la siguiente forma:
1º Manteniendo un peso corporal adecuado, o perdiendo peso si tiene sobrepeso
2º Siendo más activo físicamente.
3º Eligiendo una alimentación más baja en sal y sodio, y
4º Bebiendo con moderación
Siendo más activo físicamente… ¿cuánto?
Para la American Heart Association (AHA) la inactividad física es un factor de riesgo para el desarrollo de la enfermedad coronaria y, además, contribuye al desarrollo de otros factores de riesgo como la obesidad, la hipertensión arterial, bajos niveles de colesterol- HDL ("colesterol bueno") y la diabetes. Para esta asociación, incluso una actividad física de intensidad moderada como caminar a buen paso es beneficiosa cuando se practica durante al menos 30 minutos la mayor parte de los días. Si la actividad física se prolonga más tiempo e incluye períodos de algo más intensidad física, los beneficios también son mayores.
De este modo, las personas que son activas físicamente tienen menos riesgo de desarrollar hipertensión arterial (un riesgo de un 20 a un 50% menor) que las que son sedentarias.
"No tengo ni 30 minutos para pasear"
Entonces hay que encontrar dos períodos de 15 minutos o tres de 10 minutos, como mínimo, cada uno en un mismo día, porque producen el mismo efecto beneficioso. Por ejemplo, se pueden conseguir dos períodos de 15 minutos dejando el coche en casa e ir caminando hasta el trabajo.